Hoy en día las compañías desarrolladoras utilizan mucho el recurso de recuperar algunos de sus "viejos" títulos y darles un lavado de cara para que llegue a un mayor número de personas gracias a la difusión de las nuevas generaciones. Así, muchos grandes juegos han sido lanzados ya con mejor apartado gráfico, sonoro o incluso jugable (detalles como el control o la cámara también pueden pulirse); pero, ¿son buena idea en su totalidad? Es decir, ¿cualquier juego puede ser válido a la hora de escoger cuál remasterizar? Eso es lo que vamos a discutir en este artículo.
PD: Antes de empezar, recordad que hablamos de los remaster o remasterizaciones (trasladar un juego antiguo a nuevas consolas con mejoras básicas, pero sin cambios sustanciales), no de los remakes (crear desde cero una versión de un juego que ya se lanzó hace años utilizando con la tecnología actual).
A medio camino entre una moda y una necesidad
Aunque sí es cierto que últimamente todas las remasterizaciones suelen ser de juegos que ni mucho menos necesitan una versión actualizada (véase Devil May Cry, Beyond: Dos Almas o Ultra Street Fighter IV de PS4) también hay excepciones: siempre hay juegos que piden a gritos que los rescaten del baúl de los recuerdos y se pongan al día.
Por ejemplo, no nos pareció nada mal que Microsoft se animara a lanzar Halo: The Master Chief Collection en 2014, en la que nos ofrecían la posibilidad de disfrutar de Halo: Combat Evolved, Halo 2, Halo 3 y Halo 4 con un aspecto más actual e incluso con todos sus modos multijugador. Una maravilla. Este sería un ejemplo de una idea acertada para el ámbito de las remasterizaciones: una necesidad. Pero, por desgracia, muchas compañías se han subido al carro de las remasterizaciones por moda, como decíamos arriba.
Podríamos estar un buen rato citando ejemplos, pero preferimos nombrar sólo aquellos que nos parecen más destacables. Uno de ellos es Sleeping Dogs: Definitive Edition para PS4 y Xbox One. En Square Enix pensaron que, ya que había vendido bien en la generación anterior, podían de hacer de la aventura de Wei Shen un título que sirviera como referencia en la next-gen, pero se limitaron a mejorar un poco los gráficos e incluir todos los DLCs; y hasta en eso se quedaron cortos. ¿Para eso una remasterización? ¿Para tener el mismo juego con mejores texturas voy a gastarme otros 55 o 60 euros? Pues no me acaba de convencer la idea, sinceramente.
Entonces, ¿cuándo un remaster es una buena idea?
Todos sabemos los mínimos que tienen que cumplir las remasterizaciones: una mejora sustancial de gráficos, algún que otro extra si puede ser, unos efectos sonoros adaptados a las nuevas televisiones (si el juego remasterizado es de hace mucho) y, sobretodo, que no sea una versión retocada de un juego que vimos hace menos de 10 años, porque si no ni vamos a notar que sea un título que merezca remasterización.
Siguiendo estos preceptos, un remaster es buena idea si:
- El título en cuestión pertenece a una generación de consolas que el público principal de la actual no ha llegado a vivir o no pudo disfrutar en su momento por encontrarse en una edad demasiado temprana.
- El público pide la remasterización del título.
- Una consola tiene previsto lanzar muchas IPs nuevas de golpe. Me explico: si una empresa decide lanzar muchos juegos de nuevo cuño en un corto periodo de tiempo, lanzar una versión mejorada de algún juego conocido puede dar credibilidad al conjunto, así como hacer que el público tenga más interés en el catálogo de la consola al ver un juego que quizá ya han jugado y que les gustaría revivir. Cuestión de marketing, al fin y al cabo.
- Se incluye como extra con algún nuevo juego; por ejemplo, si para acompañar a Tekken 7 (2015) incluyeran una versión remasterizada de Tekken 3 (1996), el hecho de ofrecer tal extra sería una genial idea. Sin embargo, y para no cambiar el ejemplo, si con Tekken 7 se incluyera una remasterización de Tekken 6 (2009) la idea sería totalmente innecesaria y, por lo tanto, un error.
¿Qué opináis vosotros sobre las remasterizaciones? Seguro que muchos estáis a favor y otros en contra, así que podéis dejarnos vuestra opinión en los comentarios. ¡Hasta la próxima, jugones!
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