sábado, 29 de agosto de 2015

Pokémon: ¿cómo mejorar?


Pokémon es sin duda alguna una de las franquicias más queridas y respetadas del mundo de los videojuegos y el entretenimiento. Prueba de ello es su aplastante monopolio en un género que ella misma creó: la caza de criaturas portátil. En varias ocasiones han aparecido aspirantes que intentaban tomar el puesto de la saga de Game Freak, algunos con buenos resultados financieros pero sin lograrlo (como el olvidado Spectrobes) y otros con mucha menos suerte. 

Pero, después de tantos años lanzando juegos de Pokémon, ¿qué queda por hacer?  Hemos visto todo tipo de innovaciones a lo largo de los años: ciclo día-noche, animaciones en medio de los combates, conexión con generaciones anteriores, eventos en línea, la reciente 'captura crítica', las megaevoluciones... Para la mayoría, todos han sido cambios positivos, pero no revolucionarios (quizá a excepción del último mencionado). Entonces, ¿qué podría hacer Game Freak para innovar y, sobretodo, mejorar sus videojuegos? Pues eso es lo que vamos a plantearnos.


Un "Pokémon real" en consolas de sobremesa

Algo que los fans llevan pidiendo años es un juego principal de Pokémon que se desarrolle únicamente para consolas "mayores", pero de momento no se ha optado por intentarlo. Lo más cercano a ese concepto fueron, probablemente, Pokémon Colosseum y Pokémon XD (ambos para GameCube), pero se alejaban muchísimo del estilo típico de los videojuegos portátiles, por lo que no acabaron siendo lo que la gente esperaba. Aún así, ambos fueron impresionantes juegos. 

Para muchos parece lógico que, en consolas más potentes, debería ser más sencillo crear un mundo abierto tan grande como los que nos encontramos en las ediciones portátiles de Pokémon, pero también hay que pensar que el trabajo gráfico que hay que realizar en una consola de sobremesa es muchísimo mayor que en una portátil. Si bien es cierto que Nintendo tendría que hacer un esfuerzo para estar a la altura en el caso de acceder a hacer un Pokémon 'real' para WiiU (o más bien ya para su sucesora), la verdad es que tampoco necesitarían lustros para hacer un juego verdaderamente aceptable, así que sería lógico que se animaran a intentarlo. Es un sueño que todos esperamos ver cumplido.


Cambiar de tono general

Pokémon es una saga centrada en atraer al público infantil, eso está claro, pero la verdad es que son los "más mayorcitos" los que acaban enganchados a sus Nintendo para convertirse en el entrenador definitivo. Sin embargo, y aun sabiendo esto desde hace años, Game Freak no parece querer dar un lavado de cara a su franquicia y sigue creando historias simples, cortas y en las que todo se basa en hacerse más fuerte; todo ello bañado con el típico velo infantil en las conversaciones o en los personajes que encontramos.

Con Blanco y Negro todos acabamos bastante sorprendidos, porque N planteaba temas y reflexiones realmente profundos e interesantes; mientras que Ghechis se presentaba siempre como un rival peligroso y hábil. Además, la aventura en general no tiraba de los mismos tópicos de siempre y buscaba otro enfoque. Pero con Pokémon X/Y se dieron no uno, sino diez pasos hacia atrás en ese sentido. 

"Soy miembro del estiloso Team Flare, ¡y voy a ganar en estilo!" ... ¿En serio?
Ni el Team Flare, ni Lysson, ni la campeona Dianta -ni nadie- nos hacía sentir incómodos, amenazados o inferiores; y eso sin mencionar la nula competitividad de nuestros amigos (aunque Serena plantaba cara al final, ni siquiera ella era un desafío real). Todo necesita un lavado de cara que, para colmo, con Zafiro Alfa y Rubí Omega no se dio, pues son las ediciones más fáciles de completar en muchísimos años.



Volver a hacer que los pokémon Legendarios sean "legendarios"

Quizá no habéis entendido lo que queríamos decir con el título, pero os lo explicamos sin problemas. Cuando empezamos a jugar a los videojuegos de Pokémon, normalmente siendo bastante pequeños o por lo menos jóvenes, encontrarse con un líder de gimnasio era un acontecimiento que nos ponía los pelos de punta y no nos dejaba apartar la mirada de la pantalla; así que imaginad cómo era encontrarse con un pokémon del cual se decía que poseía más poder que todos los integrantes de tu equipo juntos. Era un momento clave del desarrollo, algo que se nos quedaría grabado en la memoria para siempre por todo lo que significaba.

Sin embargo, con el paso de los años estos encuentros tan importantes se han convertido en un simple trámite para continuar con la aventura, y eso a los más veteranos nos duele en el alma. Sin ir más lejos, en Zafiro Alfa y Rubí Omega hay un abanico gigantesco de legendarios esperando pacientemente ser capturados. ¿Eso no arrebata todo el encanto que tiene encontrarse con una criatura tan superior? Esperemos que Game Freak vuelva a crear legendarios que impongan respeto...


Unir varias regiones en un sólo juego

Esto no es algo nuevo, ni mucho menos. Ya en Pokémon Oro, Plata y Cristal se puso a disposición de los jugadores viajar de Johto a Kanto una vez completáramos la historia principal. Lejos de ser un mero añadido que hiciera las veces de "atracción turística", en Kanto podíamos movernos libremente y encontrarnos con entrenadores realmente fuertes, e incluso desafiar a todos y cada uno de los líderes de gimnasio de la región -obviamente, con unos niveles muy superiores a los originales-. En los remakes, Oro Corazón y Plata Alma, esto también se incluyó.


Eso sí, aunque no acabamos de entender el motivo, Game Freak no ha vuelto a utilizar esa idea nunca más. De seis regiones diferentes que hemos podido visitar, sólo una nos daba acceso a otra cercana, cosa inexplicable. En consolas portátiles, crear un videojuego que consiguiera unir las seis regiones comportaría unos gastos bastante elevados; por no hablar de la brutal cantidad de memoria que necesitarían en una sola tarjeta de juego. Aún así, esperamos que algún día las portátiles de Nintendo sean lo suficientemente potentes como para llevar a cabo semejante hazaña.


Y muchas cosas más...
  
Realmente Game Freak podría actualizar muchísimo el estilo de sus videojuegos, en todos sus apartados. Los gráficos ya recibieron un gran lavado de cara con la llegada de la sexta generación, pero eso no quiere decir que la jugabilidad, la trama, las relaciones con otros personajes y la libertad de acción (por poner unos ejemplos) no puedan mejorar también. ¿Os imagináis poder tomar decisiones que afectaran drásticamente al final del argumento o incluso que provocaran cambios de Campeón?  
  
Son muchas las cosas que pueden mejorar, pero de momento, por supuesto, tampoco nos vamos a quejar. Pokémon sigue adelante y estamos seguros de que el año que viene recibiremos una entrega tan completa y gratificante como siempre. 


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