viernes, 6 de junio de 2014

El rincón raruno: "Hatoful Boyfriend"

Volvemos con la sección más rara del blog, en la que intentamos descubriros algunos de los juegos más raros y extravagantes que conocemos. Ésta vez os traemos una joya de lo raruno: Hatoful Boyfriend. Suponemos que la foto que hemos colocado aquí, a la izquierda, os ha dejado algo descolocados, pero es que el juego tiene tela.

Para que os hagáis una idea, el juego que os mostramos es una suerte de aventura-novela gráfica-simulador de vida amorosa estudiantil... De palomas. Suena rarísimo, ¿verdad? Lo es.

Vamos a descubrirlo.


Lo primero que nos llama la atención del juego (¡cómo no!) es que conocemos a palomas... Que van al instituto...  Y tienen relaciones amorosas... Y hablan...; en fin, mucha rareza junta. Las palomas con las que interactuamos, como es obvio, hablan con nosotros, tienen su propia vida y son claves para avanzar en la historia.

Al juego no le falta ese punto de libertad de acción del que a todos nos gusta disfrutar, con el que, ojo, podemos escoger ir a unas clases u otras. Ya al principio se nos presenta el instituto con el nombre más apropiado que hemos visto en mucho tiempo: el St. Pigeonation's Institute, algo así como el Instituto Santa Naciónpaloma, por traducirlo de alguna forma. ¿Cada vez se pone más rara la cosa, eh? Pues aún quedan ases en la manga.


En el juego, como buen simulador (se supone) que es, irá pasando el tiempo y, por lo tanto, los días, llegando a ver severos cambios de ambientación y decoración según la fecha en la que nos encontremos (en el juego, no en la vida real) cada vez que juguemos. La verdad es que el juego, aunque parece un experimento raro, está realmente cuidado en la mayoría de los aspectos. En la lógica no, eso es obvio. 

Por si hasta ese punto de la historia todavía no nos hemos quedado con la boca abierta delante de la pantalla pensando "¿Por qué estoy jugando a éste juego?", todavía nos tiene preparadas algunas sorpresas, como, por ejemplo, que la protagonista es nada más y nada menos que una joven humana. Sí, sí, una chica que va a un instituto frecuentado por cientos de palomas de metro setenta. Lo típico.

Algunas de las palomas a las que conocemos muestran dos caras, no en el mal sentido. Nos referimos a que, aparte su versión de ave, también se nos presentan como humanos, aunque sólo al conocerlas. Las ilustraciones, con un estilo muy manga, intentan hacer más cercanos y "atractivos" a tales personajes. Lástima que sea imposible olvidar su más que llamativa condición plumífera.

La relación "humanos-palomas" no acaba ahí, ya que, con el paso del tiempo, podemos entablar relaciones muy estrechas con nuestros amigos, hasta el punto de enamorarnos. Que sí, de una paloma. Oye, quizá encuentra allí a su media naranja...

 Como os imaginaréis, la historia y el desarrollo no es el de un Game Of The Year -ni de lejos-, pero tampoco lo intenta: mientras avanzamos podemos ver incluso cierta sátira del propio concepto del juego.

 Según muchos jugadores -tras superar el impacto inicial y estar un rato evitando cuestionarse varios aspectos de su vida, suponemos- el juego es realmente bueno y puedes llegar a emocionarte con la historia de éstas aves "tan cariñosas" (ya me entendéis).

Pero, en serio: ¿alguien puede emocionarse viendo a dos palomas hablar?

Para ir cerrando éste Rincón Raruno, desde aquí os animamos a probar Hatoful Boyfriend y enviarnos vuestras críticas, opiniones y experiencias. Es un juego al que, si le das una oportunidad, puedes acabar por aficionarte fácilmente. Lo de engancharse ya es otra cosa, pero quién sabe.

Nosotros nos vamos, que nos han soplado que han pillado a uno de segundo en el lavabo con una paloma novia de un amigo de nuestra clase, la muy suelta. Hasta la próxima.

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