martes, 24 de febrero de 2015

El séptimo arte: "Super Mario Bros." (1993)

Nuestra sección vuelve para hablar de una de las peores adaptaciones que se han visto a la hora de trasladar el universo de un videojuego al cine. La saga estrella de Nintendo fue llevada a la gran pantalla a principios de los noventa pensando que sería el bombazo de la década, y en cierto modo bombazo hubo... Pero de las críticas, que dejaron al film como un guiñapo y acabaron con las ganas de Nintendo de realizar otra película.

Personalmente, cuando la vi no me pareció tan mala, pero el problema que le hizo quedar vapuleada por los críticos fue la total desvinculación de la saga original, pues ni siquiera se desarrollaba en el Reino Champiñón. Ahí va nuestra crítica de éste desastre, disfrutad.


Mario y Luigi, protagonistas que viven en... ¿El Bronx?

Como decíamos, la película es un sinsentido desde el principio. Mario y Luigi, unos fontaneros (sólo faltaría que trabajasen en otro oficio) de poca monta que viven y trabajan juntos, llevan una vida normal y corriente, intentando encontrar trabajo en un barrio que, muy lejos del amigable Reino Champiñón en que se ambientaba el juego original, se asemeja más a una especie de Bronx sórdido y adulto que no pegaba nada con los personajes de cuya historia trataba la película.

Por un golpe del destino, Luigi, tras una "cita" con Daisy, y Mario acaban en una excavación, arreglando una tubería que dos misteriosos hombres rompieron antes ante sus ojos. El caso es que esos hombres, que no son otros que Iggy y Spike, los esbirros y en parte hijos de Bowser que cualquiera reconoce en los videojuegos. Éstos, lejos de ceñirse al material original, son humanos. Literalmente. Incluso el "Rey Koopa", el villano, es humano. Es un sinsentido gigante.



Iggy y Spike secuestran a Daisy y la llevan a, ojo, "Dinohattan", una versión alternativa de Manhattan poblada por delincuentes y maleantes que sirve de hogar al Rey Koopa, el villano principal de la película. No haremos spoiler sobre el desarrollo por si alguien quiere verla, pero sí os diremos que básicamente el objetivo de el Rey Koopa no es otro que unificar las dos dimensiones paralelas (la nuestra y la de Dinohattan), para lo cual necesitan un pedazo de meteorito que cayó en la Tierra millones de años atrás, creando el universo paralelo en el que viven. Para no "mancharse las manos", dicen a Mario y Luigi que les devolverá a Daisy si le traen esa roca. Como véis, el argumento es tremendamente absurdo, pero por lo menos tiene un elemento que da cierta unidad a todos los acontecimientos que se van desarrollando: la desvalida Daisy.


Un atentado en toda regla contra el 'universo Mario'

Muy probablemente, el hecho de tener que seguir un argumento infantiloide y básico habría sido un punto vagamente positivo si la película hubiese estado dirigido a niños, pero es que no fue así. El universo de los videojuegos es ciertamente riquísimo, con mucho que contar y, hablando encima de cine, mucho que plasmar en lo visual. Sin embargo, los productores del film optaron por tirar a la basura todo lo bonito y fantástico de los mundos de Mario y decidieron ambientar la película en un escenario lúgubre, oscuro, sin un atisbo de belleza. Una vez más, ésto no hizo otra cosa que dilapidar la película, pues si alguien veía la película sin leer el título, difícilmente podría adivinar que se trataba de una película de Mario y Luigi, los simpáticos personajes del videojuego de su infancia.

No sólo la ambientación fue una auténtica aberración: muchos elementos básicos fueron "renovados" (estropeados, más bien) en la película: los nombres de los protagonistas pasaron a ser "Mario Mario" y "Luigi Mario", como si "Mario" fuese el apellido de ambos, algo que nunca se dijo en los videojuegos. Entendemos que, a la hora de hacer un largometraje, los directores puedan tomarse alguna licencia, pero la verdad es que ésta película abusa de elementos inexistentes en el material original, y eso no es bueno. Nada bueno.

Lejos de quedarse en un mero cambio de nombre en los protagonistas, los productores crearon unos "Goombas" deformes y gigantescos que se parecían más al típico 'ciclado' del gimnasio que pasa 8 horas al día en la sala de máquinas que a los pequeños enemigos de los videojuegos. Probablemente fue lo que más me chocó la primera vez que vi la película. Lo del Rey Koopa sea humano lo puedo entender, que Luigi ni tenga bigote ni la mitad de años que Mario lo puedo pasar... ¿Pero que los Goomba sean bicharracos de dos metros con más músculos que el Schwarzenegger de los 80? Eso ya... Me supera. Creo que a mi y a cualquier fan de Mario.

Así de "creciditos" estaban los Goomba en comparación con Mario y Luigi...

¿Y cómo justifica ser una película de "Super Mario Bros." más allá de los protagonistas?

Supongo que los productores de la película ya se olían el tremendo disparate que estaban creando desde el principio, por lo que decidieron incluir algunos detalles que les sirviesen como excusa barata a la hora de responder a las críticas y, sobretodo, a las preguntas del tipo "¿Y dónde están los elementos del universo de Mario?". Para ello, decidieron incluir en la película a los ya mencionados Mario, Luigi, Daisy y Rey Koopa, cosa que, con excepción del último, no veo mal para acercar el film a los videojuegos. El problema son los otros personajes que, para su desgracia, también incluyeron.

Abandonados en la trama como recursos de 'usar y tirar' para que avance la acción, nos encontramos también con Toad y Yoshi, o mejor dicho, una versión barroca y totalmente fallida versión de ellos. Por una parte, el gracioso Toad, con su aspecto de seta y sus ropajes orientales, queda convertido en una especie de "músico punky callejero" más tonto que una piedra que en toda la película sólo sale, como mucho, 5 minutos en total. Tras ver a éste ser al que llaman igual que el personaje de videjuego, nos toca hablar de Yoshi. Vamos a ver.



Yoshi en los videojuegos puede ser un dinosaurio porque, en consola, es un personaje mono y entrañable. Pero no deja de ser un maldito dinosaurio, copón. Si lo pones en una película de imagen real, su aspecto también tendrá que ser realista, y eso es una metedura de pata del tamaño de la Alhambra. Así, en el film aparece gracias a un animatrónico que en algunos momentos tiene movimientos bastante naturales y en otros parece que esté hecho de cartón y lo muevan con hilos. Que es más falso que una moneda de tres euros, vaya. En resumen, los dos únicos personajes "extra" que se incluyeron en el juego podrían habere quedado fuera perfectamente y nadie se habría quejado, porque para lo que aportan a la historia...


En general, la versión cinematográfica de Super Mario Bros. tiene una realización que huele demasiado a "viejuno" al contrastar con personajes tan sencillos con tanto espacio urbano, además de extraños inventos como las 'botas saltarinas' de los hermanos Mario (sí, otra puñalada al juego original), pero en general puede ser divertida. La trama no es difícil de seguir, lo cual, para echar unas risas con los amigos viendo la película (de las incoherencias que hay se entiende), pues no está mal. Si lo que buscas es una historia fiel a la de los videojuegos, mejor... Bueno, mejor juega a los videojuegos, que para eso están. Pero no veas ésta película.

PD: Incluso el propio Bob Hoskins (que interpretó a Mario) declaró que el rodaje "fue una p*ta pesadilla" y que los directores, que eran marido y mujer, eran unos "p*tos idiotas"...










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