martes, 10 de marzo de 2015

Top 10: los finales de videojuegos más decepcionantes de la historia

Hola de nuevo, jugones y jugonas. Hoy volvemos a ofreceros un Top 10, ésta vez con los peores finales de videojuegos que hemos visto, aquellos finales de "Modo Historia" y similares que nos dejaron pensando: "Pero... ¿Ya está? ¿Para ésto me he gastado un dineral?" Y es que no son pocos.

Ojo, no estamos criticando a los juegos que veréis en el Top, sólo a sus finales. Algunos (la mayoría) son auténticas joyas, juegazos que a cualquiera pueden gustarle. Sin embargo, su finales no son tan buenos... Disfrutad. Ah, y spoiler alert.



10. The Last Of Us

Naughty Dog creó una auténtica obra maestra, seguramente uno de los mejores juegos de la historia, y sin duda el mejor de toda la generación pasada. La historia de Joel y Ellie cautivó a todos los que la jugamos y nos hizo cuestionarnos muchos de nuestros valores y comportamientos. Sin embargo, el final de la odisea es muy, muy decepcionante.

Para que os hagáis una idea, tenemos que "rescatar" a Ellie, que va a ser operada para extraer la que podría ser la cura a la infección de la que trata toda la trama en una intervención quirúrgica que podría matarla fácilmente. Joel decide llevarse a la joven con él para que no muera, y Ellie, tras despertarse de la anestesia que ya le habían puesto, le pregunta a 'su salvador' qué había pasado. Éste le dice que no habían podido encontrar una cura y que mucha gente había muerto en esas intervenciones que buscaban la clave para erradicar la infección. Ellie, dudando de su palabra, acaba por aceptar la realidad que Joel le explica, conformándose con seguir viva. Y se acabó. ¿En serio? ¿Una historia tan bien hilada que acaba así? Es decir, toda, TODA la historia es el viaje de Joel, que protege a Ellie hasta su destino, que era ese quirófano en el que tenían que extraer la cura para salvar a la humanidad. ¿Y al final no hay operación y el mundo sigue dirigiéndose a su perdición, cada vez más inminente? ¿Soy el único al que no le cuadra?

Por supuesto, no voy a ser cínico: está claro que Joel decide llevarse a Ellie por el cariño y amor paternal que ha desarrollado (que es lo que él no creía que pudiese florecer en su interior, por lo cual es uno de los elementos básicos del argumento), y con el final, Naughty Dog nos enseña que el hombre se mueve por egoísmo, sobretodo en lo que a la supervivencia se refiere, pero... ¿De verdad? ¿El mundo se va a acabar y nosotros tenemos que quedarnos con el mensaje sobre los valores que nos da Joel? Pues lo siento, pero fue tremendamente decepcionante para la mayoría de los que disfrutamos de una aventura de tal calibre.



9. Aliens: Colonial Marines


Como antes, hablamos de un final que a mi me tocó sufrir (perdón, quería decir vivir). Tras sólo unas 6 o 7 horas de juego, algunas más si escogemos una dificultad elevada, nadie se esperaba que Colonial Marines terminase de una forma tan precoz. En el último nivel, en el que todos los fans de Alien esperábamos por fin un digno enfrentamiento contra la reina Alien, nos encontramos con una broma de mal gusto: había que, ojo, accionar 4 simples palancas distribuidas por una reducida sala y, al final, presionar un interruptor que enviaba a la reina Alien lejos de nosotros, lanzándola al vacío (unos 5 o 6 minutos duraba el chiste). Tras ello, empezaba una secuencia que servía de ending, pero es que ahí viene lo mejor: pensado para convertirse en el primer título de una saga, Gearbox prefirió dejar un montón de cabos sueltos para resolverlos en una futura secuela.

Y sí, lo habéis adivinado, esa secuela nunca llegará. Por lo menos Isolation volvió a colocar a Alien en una buena posición...



8. Metal Gear Solid 2

¡Ojo, fans! No nos pongáis la pistola en la nuca aún, que tenemos que explicar el por qué de la aparición de un juegazo como es Metal Gear Solid 2 en ésta lista. A ver, para empezar somos los primeros que sabemos de la grandeza de la saga de Kojima, tened eso siempre presente, pero por otra parte también somos jugadores que esperamos un nivel de calidad constante al jugar a un producto de tal creador. Y, aunque MGS 2 fue bestial durante el desarrollo, el final es asombrosamente malo; no por lo jugable, si no por lo que viene después.



Después del último nivel, impacientes por ver el "desenlace" (aunque sabíamos que iban a haber más entregas) de la historia, nos encontramos con una larguísima ración de cinemáticas en las que Kojima vio bien soltar toda la historia de los Patriots (la organización secreta, no el equipo de la NFL), sin ningún elemento que nos dejase interactuar con el final. Todo vídeo, vídeo y más vídeo. Que a ver, si son cinco o diez minutos, se entiende; pero parece que Kojima no quería quedarse corto... En fin, todas las familias tienen ovejas negras, y en la de los finales de la saga Metal Gear, sería éste sin duda.



7. Super Mario Bros 2

¿Quién no ha visto Los Serrano? La mítica serie de Telecinco fue un éxito de audiencia durante muchos años, por lo que su final fue uno de los más esperados de la época (si no el que más). Sin embargo, la oscura daga de la decepción volvió a rajar a lo loco (¿veis lo fácil que es destrozar una metáfora que empieza de forma poética?) en televisión y resultó que, al final, toda la trama de la serie había sido "un sueño de Resines", es decir, de Diego, el protagonista. Pues a Nintendo se le fue la pinza allá por el 88 y decidió hacer exactamente lo mismo.

Tras todos nuestros esfuerzos, las horas empleadas y los cabreos al morir, que normalmente no eran pocos, llegamos al final, en el que Mario, Luigi, Toad y Peach celebran la conclusión de la aventura en un ambiente alegre que, aunque flojo, ya nos serviría como final. Pero no. Justo después de eso, la imagen de la celebración pasa a estar dentro de uno de los típicos "bocadillos" con forma de nube que se usan en los cómics y vemos que Mario está durmiendo, por lo que todo ha sido un sueño del fontanero. "No es para tanto" dirán algunos. Pues teniendo en cuenta el desembolso que había que hacer para tener el juego y las horas que nos tirábamos dando saltos como locos para llegar al final de una aventura que al final era totalmente falsa... Pues hombre, sí es para tanto. Es horrendo. Otra de esas "ovejas negras" de las que hablábamos antes.



6. Borderlands




Éste me toca de cerca. Borderlands tiene muchas virtudes, pero el final no es una de ellas. Para que os hagáis una idea, el objetivo básico del juego, el cual se nos presenta nada más empezar la aventura, es conseguir encontrar un misterioso y jugoso tesoro alienígena en Pandora, el planeta en el que se desarrolla el juego. Tal objetivo es inalcanzable a menos que pasemos horas y horas (y cuando decimos horas nos referimos a días y semanas enteras jugando) subiendo de nivel, mejorando nuestras armas, explorando, aumentando nuestros atributos... En fin, nada que no sepáis ya. Pues resulta que, al final, el tesoro por el que luchamos en las decenas de horas que dura la historia no existe y todo lo que encontramos en los últimos instantes de la aventura es... Un jefe final. Ni tesoro ni host... Bueno, rectifico, hostias sí, las que tenemos que darle al improvisado bicho gigante que sirve como última prueba en el juego.

Lo peor es que, lejos de acabar de una forma digna con una cinemática que explicase cómo podría haber concluido, aunque hubiese sido de forma torpe, la historia tras la batalla final, lo único que ocurre es que Claptrap se hace 'ninja asesino interplanetario'... Lo cual da paso a la historia que se desarrollaría en un DLC que sacaron tiempo después... Gearbox la pifió pero bien, la verdad. Eso sí, al menos en Borderlands 2 la cosa no acabó tan mal.



5. Assassin's Creed

El primer AC fue sublime. Buenísima ambientación, genial historia, buena jugabilidad (aunque el sistema de combate tuvo que ser mejorado en posteriores entregas) y una realización técnica de matrícula. Y todo eso es lo que nos hace preguntarnos cómo demonios puede reventarse un juegazo así con sólo el final.


No nos malinterpretéis, la batalla final mola y la historia acaba de explicarse, lo cual está bien, pero el pecado capital fue que tras ella, empiezas a ver símbolos por las paredes, empiezan los créditos y... Sigues jugando. Pero no por empezar una partida nueva, sino porque el juego te obliga a volver al Animus para que puedas pasarte más "ratitos" coleccionando todo aquello que te hayas dejado durante tu partida. Es como un final que nos invita a imaginar una secuela, pues te deja con el pensamiento de "¿Y los símbolos? ¿No explican por qué salen en ese momento? ¿Ya está?". No era de locos pensar que iba a haber Assassin's Creed II, pero madre mía, cortar la historia así... Como os decíamos, otro pecado capital.



4. Halo 2

Seguro que alguna vez habéis visto en las noticias algún juicio por fraude en el que una empresa dijo algo en un anuncio como "Somos la mejor tienda de ropa" y luego resultó que sólo tenían 4 trapos viejos, por lo que aquellos que invirtieron en ella, indignados, preguntaron por el equívoco eslogan publicitario. La empresa, tan tranquila, respondía "Dijimos que eramos la mejor tienda, pero no dijimos de dónde".

Vaya, que podría ser la mejor de España, de su barrio o de la esquina. Pues algo así pasó en Halo 2.

Al final del juego, el Jefe Maestro nos pone los pelos de punta en un alarde de épica y valentía en el que suelta una frase memorable y que nos hace prepararnos para la batalla final. "I'm finishing this fight" ("Voy a acabar con ésta batalla" o "Estoy acabando con ésta batalla" literalmente, ambas traducciones son posibles; no se tradujo al castellano, sólo al "español latino"). La cosa es que, justo cuando todo el hype nos inundaba las venas... Fundido en negro y se acabó el juego. Un cubo de agua fría que nos sentó como un batazo en la espinilla. Lo más gracioso (nótese la ironía) es que el eslogan del anuncio de Halo 3 fue "Finish the fight", es decir, "Acaba la batalla", con dos...



3. Mass Effect 3

"¿¡Sólo el tercero!? ¡Si es basura!" debéis estar pensando los fans de la saga. Pues sí, el final de la tercera parte de la saga es realmente malo, pero los que vienen después se llevan la palma con aún más razón que éste, os lo aseguramos. El final de la saga de BioWare tenía que ser genial, fantástico, épico, un final que nos quedase en la retina para siempre por su tremenda calidad, como la jugabilidad y la historia de la franquicia. Y, para desgracia de los fans de Shepard, no fue así. Vienen spoilers, ya sabéis.



Casi 30 horazas después de empezar la aventura, Shepard llega al que debe ser su 'grand finale'. Básicamente hay que elegir "rojo" o "azul", como en Matrix, pero en vez de pastillas son mecanismos ligados al rayo del crisol. Llegar al que quieras destrozar, pegar cinco o seis tiros y ¡bum! Cinemática. Y decimos "¡bum!" de forma literal, porque da exactamente igual lo que hagas, da igual si te decides por el rojo o el azul: ambos desembocan en una explosión que destroza todo lo que tiene a su alrededor, incluidos nosotros. Vamos a ver, ¿entonces para qué nos hacen decidir entre dos opciones? ¡Si es lo mismo! Eso sí, en el "rojo", Shepard por lo menos sobrevive, pero NO se nos da ninguna pista de lo que le pasa tras la explosión (no tiene mucho sentido, pero es así). Un final que no es digno de una saga tan relevante como es Mass Effect, una lástima.



2. Shenmue II

Éste... Éste duele. Indigna. Shenmue, posiblemente uno de los mejores juegos de la historia, inició un argumento que muchos consideran el mejor del sector. Apasionante e intenso hasta el final, el primer Shenmue dejó la puerta abierta a la segunda entrega, la cual fue esperada por los fans con desesperación. Cuando llegó pensábamos que por fin podríamos descubrir cómo acababa la historia de la venganza de Ryo por la muerte de su padre... Pero no.


Pensado para una trilogía (y ya hace 14 años que salió la segunda entrega...), la historia de Ryo Hazuki quedó congelada de golpe en un cliffhanger en el que el pobre chaval, acompañado de la joven Ling Sheng Hua, descubre una espada y una nota escrita de forma críptica que, casi de chiripa, el protagonista combina con el espejo del fénix, activando así un mecanismo, momento en el que la cámara se centra en un tremendo mural frente a él. Y justo cuando tenemos los ojos como platos esperando a que se nos explique cómo continua la cosa... Final.

Lo peor del final no es que no acabe de una vez con el argumento y lo deje todo para una futura (si es que llega) tercera entrega, sino que, para colmo, tras la imagen final aparece el mensaje "The story goes on...", es decir, "La historia continua...". Pues continuar no sé, pero descansando ya lleva casi década y media...



1. Super Ghouls N' Ghosts

¡Y el número uno! Super Ghouls N' Ghosts, uno de los títulos clásicos más célebres en lo que a aventuras se refiere (y de Capcom en su mejor momento), se lanzó en 1991 conservando lo mejor, por decirlo de algún modo, del primero: una dificultad desesperante y una jugabilidad rápida y adictiva. Hoy en día está considerado como una de las obras maestras de Capcom, por lo que ya os imaginaréis que estamos hablando de un titán de la época. Bueno, pues no todo fue tan bueno.

La mayor trolleada de la historia de los videojuegos llegaba justo al final de SGNB cuando vencíamos al que, aparentemente, era el último enemigo al que tendríamos que enfrentarnos. Y podría ser así, pero...

Tras vencer al jefe final, todo el peso de la realidad cae sobre nosotros y aplasta nuestras esperanzas soltándonos que, si queremos ver el verdadero final del juego, tendremos que volver a completar el juego entero, ésta vez consiguiendo todo lo que nos hemos dejado (y no son pocas las monedas secretas y llaves, además del brazalete...). Como no podía ser de otra manera, el juego no nos da ninguna facilidad y tendremos que volver a completarlo en una dificultad de locos. Sí, alargaba la vida del juego, pero porque el final es literalmente un timo, señoría...


Dicho ésto, dejamos aquí nuestro Top de hoy. ¿Habéis tenido que sufrir alguno de éstos finales tan horrorosos? Si es así (aunque esperamos que os lo tomaseis bien), podéis dejarnos vuestra opinión en los comentarios o en tuits, mencionando a nuestra cuenta, @TemplodelJugon, en Twitter. Esperamos que hayáis pasado un buen rato con nosotros. ¡Hasta la próxima, jugones!

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