jueves, 27 de febrero de 2014

'Rambo: The Video Game': un festival de "balas de fogueo"

La verdad, hacía unos días que sentía la necesidad de escribir éste análisis. Como muchos de vosotros, yo soy fan de la saga de "Rambo" (o "Acorralado", como queráis llamarlo) así como de "Rocky". Vamos, que a mi Sylvester Stallone me tira mucho: aunque no sea ningún prodigio como actor, con sus películas te diviertes, y yo creo que eso es lo importante. Pero con éste juego, justicia, lo que se dice justicia, pues no le han hecho, la verdad.
No querríamos ser nosotros los que criticaran un trabajo tan arduo y sacrificado como crear un videojuego, pero como jugadores tenemos cierto criterio y, para qué nos vamos a engañar, criticar es muy del español medio. Y es que Teyon, los desarrolladores, son una empresa joven y les falta experiencia en consolas 'grandes' (en PS3 y 360 sólo han lanzado 3 y 2 juegos respectivamente, mientras que en Wii son 4), quizá por eso no han salido bien parados en las críticas de, por qué no decirlo, el bodrio que han hecho. Me gustaría poder defenderlos más, pero me duele en el alma que una licencia con tanta fama y tanto potencial se desaproveche con un shooter sobre raíles. Ah, ¿no lo había comentado? Pues sí, sí, como los Time Crisis.

El de Rambo es uno de esos universos soñados por cualquier desarrollador por la gran potencia que tiene: no es una guerra a lo loco, tiene un fuerte componente de supervivencia y sigilo, con mucho peso en la individualidad del personaje y con la presencia constante del ingenio del ex-boina verde para deshacerse de sus enemigos. Pero claro, si quieres plasmar eso en un videojuego tienes que ser un poco avispado para darte cuenta de que, si haces que el personaje esté fijo y sólo pueda disparar (sin ni siquiera apuntar, para qué...) y parapetarse, lo único que vas a plasmar van a ser las letras del menú.

Así era como iban a ser sus gráficos. Casi no se nota la diferencia, ¿verdad?

No hay por donde cogerlo: el mero hecho de desaprovechar tal licencia ya es un delito, pero es que encima el juego tiene un apartado gráfico al que le pisan los talones muchos de los juegos más potentes que salieron hace unos años... En PS2. En los trailers ya se veía que no iba a tener la calidad gráfica de GTA V, pero es que los fans tampoco lo pedíamos: sólo buscábamos un juego decente. Quizá por eso la decepción ha sido mayúscula.

¿Recordáis el "efecto Colonial Marines"? El desengaño y la decepción que fue para muchos el juego de Gearbox, casi sin acabar. Pues en Rambo: The Video Game se multiplica hasta niveles insospechados. Y lo peor es que no se debe a que esperásemos una obra maestra (ni mucho menos), sino a que se nos vendió como un shooter (acabó siendo sobre raíles) que plasmaría con fidelidad la saga (los rostros son para tirar el juego por la ventana, el propio Rambo podría ser él o nuestro primo el del pueblo, porque se parece como un huevo a una castaña) y que nos haría vibrar de emoción (y vibramos más jugando sólo con la barra de 4 cuadraditos en el Tetris). Ya lo véis, estamos ante una de esas ocasiones en las que pudo nacer un juego digno de admirar y, oye, al final sí que acaba siendo digno de admirar, sí, pero de lejos y bien cerradito en su caja.

En fin, pasemos a comentar la "jugabilidad", que me pierdo. El juego en si se basa en dos principios básicos: el primero son los momentos sigilosos en los que hay que abatir enemigos "a lo ninja". Lo curioso es que (¡cómo no!) hasta en esos momentos vamos totalmente dirigidos por el propio juego, así que hay que limitarse a pegar flechazos. ¿Pero qué falta hace? ¡Si la IA es penosa también! Por mucho rato que estés tras un enemigo, silenciosamente agazapado en la oscuridad, el hecho de ver cómo te descubre se convierte en un verdadero logro. Pero mira, para aquellos a los que no les guste pasar muchos apuros, les puede venir bien sólo tener que ir tirando flechas sin control como Cupido ebrio. El juego podría ponerte en apuros, por lo menos, con enemigos que salieran por sorpresa, pero no... Te avisan y te dan nada menos que 5 segundos para que te repongas de la última y emocionantísima batalla que puedas haber librado segundos antes. Madre mía, ni el sarcasmo acaba de tener gracia con éste juego.

Si hablamos de todo en general, el sonido quizá es lo mejor que...  Bueno, lo "menos malo" que tiene el juego. Las voces son originales, lo cual es un puntazo, no lo vamos a negar (algo bueno tenía que tener), pero ni siquiera están bien implementadas en el juego e incluso parece que hayan extraído las partes de diálogo de un vídeo de mala calidad, cosa que lastra mucho el resultado final. Más si cabe. Las armas sí tienen un pase en lo sonoro: los sonidos están bastante bien. Ojalá pudiéramos decir lo mismo de todo lo otro. 

Resumiendo: 'Rambo: The Video Game' no es mal juego (si eres ciego, medio sordo y manco). Si estáis pensando en darle una oportunidad, comprad el juego, desde aquí os animamos: conseguiréis un efectivo pisapapeles en forma de caja, y un nuevo y reluciente posavasos en forma de disco. ¡Y hasta un manual de papel, por si estáis resfriados y os quedáis sin pañuelos!

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