viernes, 7 de noviembre de 2014

El rincón raruno: "Takeshi no Chōsenjō" (El desafío escrito de Takeshi)

Damas y caballeros, hoy les presentamos Takeshi no Chōsenjō, una "rareza videojueguil" que vamos a descubriros para que paséis un buen ratillo. Antes de nada, hay que hacer una pregunta obligada: ¿alguien no ha visto Humor Amarillo? Si hay alguien que no lo haya visto, se pierde horas y horas de buenos golpazos contra zamburguesas y pezones (peces gigantes, no penséis mal). Los que sí hayáis visto alguna vez el mítico programa, recordaréis a Takeshi, ese hombre que no se quitaba el kimono ni para ducharse y que decía ser el jefe de todas las instalaciones en las que se desarrollaba el programa.

Pues quizá os sorprende saber que allí en Japón es un actor, director cinematográfico, humorista, cantante, presentador, guionista, escritor, poeta y pintor. ¿Vaya currículum, eh? Por eso y por su gran carácter es muy conocido y querido en el país nipón, siendo una de las figuras más importantes del arte moderno (ya sea por la televisión, por el cine...). Lo más bestia es que sus películas incluyen una gran cantidad de films de acción, y a sus 67 años -bien llevados-, las sigue haciendo como si nada. Todo un ídolo de masas. Y de ahí que produjese éste videojuego, en 1986.

Pero estamos aquí para hablar del juego, Takeshi no Chōsenjō. El juego es una rareza desde el principio, y no de las pequeñas: el argumento, si es que se le puede llamar así, del juego nos presenta a un ejecutivo que está aburrido de todo: su día a día le parece vacío, no encuentra satisfacción en el trabajo y no tiene motivaciones suficientes como para poder decir que tiene una vida llena. Aún así, él es feliz, por ejemplo, yendo a las pachinko, las máquinas recreativas que causaron furor hace dos décadas en Japón y que aún hoy siguen a pie de cañón.


El caso es que la vida de nuestro desgraciado protagonista, que encima se está divorciando, se verá trastocada cuando descubra que existe un tesoro oculto en una isla, el cual se propondrá encontrar. Éste argumento, sin sentido en absoluto, se nos presenta como "una trama creada por Kitano durante una borrachera en un bar", lo que acentúa aún más el estilo paródico de la aventura. Aún así, Kitano declaró que esa afirmación era también parte de la parodia a la que se ve sometida el juego, y que el argumento en realidad se había creado como cualquier otro, con horas de trabajo y sometiendo cada paso que daban a votación.

Lo más extraño del juego, sin duda, es el desarrollo. El juego es considerado una aventura en toda regla, pero las mecánicas eran... Bueno, eran rarillas. Para pasarte el juego debías pasar horas, por ejemplo, sin tocar el mando (no es broma) o utilizar el primitivo micrófono que incluían los mandos de la Famicom para cantar en el karaoke, aunque sólo hacía falta soplar. Todo es extravagante pero a la vez muy divertido, pero no podemos dejar de decir que la dificultad es endiablada. Kitano se propuso crear un videojuego que realmente te hiciese pensar "Ésto no es normal pero me está divirtiendo una barbaridad", y lo consiguió, pero quizá no con todo el mundo. Eso sí, si lo vais a probar con un emulador, no esperéis tardar más de dos o tres horas en dejarlo. Pensad que fue muy popular en la época porque, en 1986, juegos que realmente hubiese desarrollado alguien famoso no había muchos. Con las costumbres que tenemos ahora, probablemente nos cansaríamos rápido.

Una de las mayores curiosidades sobre éste juego es la gran dualidad de opiniones. Famitsu, revista dedicada a videojuegos muy popular en Japón, lo clasificó como uno de los peores juegos de la historia; pero por otra parte, fue nominado al Premio al Mejor Juego Retro en la Tokyo Game Show de 2007, y quedó entre los 4 primeros.

Es un juego que amas u odias. Si lo que te gusta es soltar carcajadas de vez en cuando y echar un buen rato esperando qué locura te pedirán hacer, es tu juego. Si lo que buscas es un juego bueno de verdad, de los que cualquiera se siente orgulloso... Pues no. Eso sí, no deja de ser un clásico, y nunca está de más conocerlo.

0 comentarios:

Publicar un comentario