miércoles, 19 de marzo de 2014

Los grandes padres de los videojuegos

¡Feliz día del padre, jugones! Hoy queríamos reconocer el mérito de todos esos hombres que nos cuidan con cariño, y para ello no podíamos dejar pasar un tema tan recurrente como es la aparición de padres en nuestro amado mundo de los videojuegos.

Por eso hemos decidido hacer un repaso a algunos de esos progenitores que tantas alegrías nos han dado jugando. Obviamente, padres han habido muchos en ésto de los videojuegos, pero algunos destacan más que otros. Sin más dilación, nuestra lista. ¡Disfrutadla!



Kratos, el padre espartano

Quizá no es un padre ejemplar si sólo nos fijamos en los hechos (fue él quien mató a su mujer y a su hija, aunque no supiese ni a quién atacaba), pero si nos fijamos en los sentimientos que siente por su familia, es inevitable enternecernos. Kratos, ahí donde lo veis, sacrificaría todo cuanto tiene para poder estar junto a su hija una vez más, como antes.


Su hija, Calíope, según se nos cuenta en la historia, estaba muy unida a él. Le esperaba con ansias de los viajes que hacía en defensa de Esparta, tocaba la flauta que él le había tallado con sus propias manos, y, a diferencia de cualquier otro humano aparte de su padre, no temía a su padre lo más mínimo. Si es que en realidad Kratos en trozo de pan... Muy violento, pero un trozo de pan.


Harry Mason, un caso raro, raro...

No se puede dudar que el protagonista del primer Silent Hill, Harry Mason, quiere con locura a su hija: tras el accidente que lo deja inconsciente se pasa días y días (o quizá horas o semanas, nunca se nos dice cuánto tiempo está en el pueblo, lo cual es bastante desconcertante) buscándola sin descanso. Y cuando la encuentra, resulta que la niña tiene una mitad oscura y tiene algo que ver con una niña diabólica que murió hace décadas. Tócate los pies.

Harry es un gran padre, no lo ponemos en duda, y lo demuestra profesando un gran cariño hacia la pequeña Cheryl, que ni siquiera es su hija (es adoptada), lo que dice aún más de su valor como persona. Lástima que el pobre se encuentre con el lío de Alessa y los rituales.


La familia Mishima: Jinpachi, Heichachi y Kazuya

Hemos querido dedicar ésta parte a toda la familia protagonista de Tekken, porque veíamos injusto el hablar sólo de un personaje. Como sabréis, la saga de Namco se caracteriza por tener muchísimas historias intercaladas, una por personaje (y hay unos 60), lo cual da muchísima variedad a los juegos. Pero, en realidad, la más interesante es la de la familia que organiza el Torneo: los Mishima.

Quizá puede inducir a error, pero no nos malinterpretéis: la familia Mishima es bastante extensa si contamos que también deberíamos incluir a Jun (esposa de Kazuya), Lars (hijo "secreto" de Heihachi), Lee Chaolan (hijo adoptivo, de Heihachi también), Azuka (prima de Jin y, por lo tanto, sobrina de Jun)... Y podríamos seguir contando hasta Kuma, fíjate. Lo importante de ésta numerosa familia es la disputa que se cierne en cada entrega: todos quieren asumir el mando de Mishima Zaibatsu, que cambia de líder con cada ganador del Torneo del Puño de Hierro. Como imaginaréis, están a palos todo el día.

Y ojo, que para Tekken 7, y lo digo como gran amante de la saga y guiándome por el ending de Kazuya, Jin dejará de ser el líder para dejar sitio a su padre, que volverá al mando después de años sin estarlo (desde Tekken 2 no había vuelto a ganar ningún torneo...).


Yoshi, el mejor padre para Baby Mario, aun sin serlo

Vale, podríamos contarlo más como tutor o padre adoptivo que como padre real, pero se nos hace imposible no citar al gran lagarto verde de la saga del fontanero: Yoshi se juega la piel en cada salto en los Yoshi's Island (recordad que hay dos, uno en SNES y otro en Nintendo DS) para que Baby Mario, una versión rejuvenecida -y sin pelusilla en la cara siquiera- de Mario, no sufra ningún percance.

Yoshi tenía que cuidar del pequeño mientras avanzaba sin parar por los escenarios de scroll 2D. Una auténtica aventura, tan simpática como divertida, que ponía a prueba nuestros nervios cada vez que Baby Mario empezaba a llorar, con la asfixiante cuenta atrás que nos indicaba el tiempo que teníamos para recuperar al pequeño. Muy mono, pero muy estresante.

Un grande de los padre sin ni siquiera serlo. Simplemente Yoshi.



Octodad y la familia con menos luces de la historia

¿Te has preguntado si tu padre es en realidad un pulpo? Pues quizá no es tan descabellado si se pasea por la casa con la misma capacidad de coordinación de movimientos que un zapato.


Octodad es un padre-pulpo normal (si es que la lógica permite hacer esa afirmación), que tiene una familia normal que lo quiere y lo cuida, igual que él a ella. Por eso, en los juegos tenemos que hacer lo posible para ser un padre usual, con trabajos domésticos propios de un humano cualquiera. El problema, como ya hemos dicho, es que puede llegar a ser desquiciante: el control, si juegas día y noche, es muy, muy raro. Un juego curioso, igual que el propio Octodad.


Big Boss, el padre de todos los padres


Si hay un padre conocido en el mundo de los videojuegos, ese es el gran (nunca mejor dicho) Big Boss. Bueno, en realidad, lo que hizo Big Boss fue donar su material genético para que, a partir de éste, se pudiese crear a sus hijos, conocidos con el nombre de Les Enfants Terribles (el nombre del proyecto). Éstos no fueron otros que  Solid Snake, Liquid Snake y Solidus Snake.

Cómo veis, Big Boss es el primero de la estirpe protagonista de Metal Gear Solid, habiendo creado, además, las fuerzas especiales FOXHOUND, según se nos cuenta, en el 71. Vale, quizá Big Boss no es el hombre que más merezca el título a "Padre del año", pero es que, en realidad, lo de padre es algo muy relativo.


Hasta aquí nuestro repaso a algunos de los mejores padres que han pasado por el ámbito tanto de consolas como de ordenador. ¡Esperamos que hayáis tenido un buen día del padre!

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